Me niego a hacer una introducción de este calibre si se me pone un límite. El pensamiento es infinito, así pues, la escritura debería serlo también. Aunque a su vez, la insensatez tiene algo de inabarcable, por lo que en parte resulta lógico establecer ciertos parámetros con el fin de controlar la verborrea de locos como yo.
Quisiera avisar al lector ( o lectora en cualquier caso) que esto dista de ser un Blog como Dios manda. Que más que nada es un pequeño diario personal de alguien que es incapaz de mantener uno de papel más allá de un día y medio. Es por eso, que pese los años que hace de la triste inauguración de este lugar, apenas tiene entradas. Porque se me hace difícil poner por escrito aquello que pasa por mi mente, dado lo abstracto de su naturaleza.
No esperéis una elocuencia sin par o cuentos de hadas. Nada de eso. Solo neuras de una demente que escribe para huir a un mundo mejor, para poner en orden su cabeza.